martes, 20 de mayo de 2008

Sobre la conveniencia de la León-Bragança

Este será mi primer articulo "de opinión" en este blog y no quería dedicarlo a otra cosa que no fuera a la León-Bragança, autovía fundamental para consolidar a la capital del viejo reino como centro del noroeste peninsular.

La autovía empezaría en el enlace de la A-231 (León-Burgos) con la A-66 (Ruta de la Plata) al sur de León. En su camino, empalmaría con la A-6 a la altura de La Bañeza y con la A-52 (Rías Baixas) en Puebla de Sanabria, pasando antes por Santa María del Páramo. Después de Puebla de Sanabria, se adentraría en territorio luso, donde se uniría a la IP-4 en Bragança. Su trazado no tendría mayor complicación hasta llegar a Castrocontrigo, donde el trazado se complicaría, aunque no en exceso, ya que los montes que tendría que atravesar no superan los 1.100 metros de altura y el desnivel no es demasiado importante.

La Bañeza. Fuente: Ayuntamiento de la Bañeza


La creación de este nuevo corredor convertiría a Puebla de Sanabria y a La Bañeza en centros logísticos de primer orden y consolidaría la logística en la capital del viejo reino. Las estimaciones dicen que aproximadamente el 60% del tráfico que recorre el itinerario Oporto-Europa pasarían por esta nueva infraestructura, razón suficiente para crear la autovía y favorecer el resurgir económico de Puebla de Sanabria, El Páramo leonés y La Bañeza.
Puebla de Sanabria. Fuente: Wikimedia


Paralelamente a la creación de la nueva ruta de transporte europeo en la que se convertirá la León-Bragança también se deberían potenciar las actividades logísticas en los nudos de comunicaciones como Puebla de Sanabria y La Bañeza. La creación de sendas plataformas logísticas de iniciativa pública sacarían a dichos núcleos de población del atraso económico y generarían la capacidad para atraer industrias y servicios en estas localidades.

Bragança. Fuente: Cámara Municipal de Bragança


Las administraciones lusas comienzan a mover ficha para la creación de esta autovía que tanto favorecería a sus intereses, así se ha licitado el proyecto para la creación del tramo portugués por RioOnor. Ahora le toca a España. Primero esta la Junta, que repetidas veces ha considerado no atender a las peticiones de León para salir del olvido al que se la ha sometido y que en este caso, no ha hecho más que retrasar la construcción de la autovía y por otro lado esta el estado, que quizás pueda acelerar la creación para paliar la crisis de la construcción privada con inversión en infraestructuras.


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