lunes, 11 de abril de 2011

Entradas a León: Carretera de Caboalles

Inauguro una serie de entradas que he venido pensando los últimos días para hablar sobre los patéticos accesos de los que "disfruta" nuestra ciudad. Hoy toca el acceso por la carretera de Caboalles. Bien, para ponernos en situación, la carretera de Caboalles es la CL-623, también conocida como la León-Villablino; su entrada a León, tras atravesar Lorenzana comienza a ser "divertida". No llega al kilómetro cuando aparecen una serie de instalaciones industriales cuyo acceso a la carretera es cuanto menos tercermundista, tras este punto se suceden las casas, naves y demás construcciones distribuidas sin ningún orden aparente y cuyo acceso a la carretera, es una vez más, tercermundista, obligando a frenar el coche casi por completo; aún así, podríamos justificarlo, la mayoría de casas son antiguas.

Caboalles en todo su esplendor.

Tras la glorieta que da acceso a Carbajal de la Legua (por un puente bastante cutre) aparecen con mayor densidad las construcciones y llegamos al primer "regalo" que deja la nefasta gestión propia de Monopoly de San Andrés del Rabanedo, una urbanización donde el acceso obliga a frenar el coche casi por completo en una vía que a esas alturas ya registra más de 10.000 coches diarios y a partir de aquí todas las casas y urbanizaciones de nueva planta, construidas en suelo municipal de San Andrés aprovechando el tirón de Espacio León siguen este esquema, accesos cutres y aprovechamiento al máximo del espacio.

En fin, con todo, un acceso tercermundista para el tráfico que sostiene y sostendrá, dado el desarrollo del municipio de Sariegos, siendo esta vía su principal arteria. Y ahora viene lo curioso, hay en marcha un estudio informativo para su conversión en autovía o al menos, en carretera desdoblada y la pregunta es... ¿Por donde?, porque sin lugar a dudas, tras años de mala gestión urbanística en San Andrés del Rabanedo (ayuntamiento que pide a gritos su desaparición para ser asimilado por León, aunque ese es otro tema) no hay sitio a priori para ello.

Propuesta para Caboalles.

Pues bien, lo más lógico, y barato, sería su desarrollo como una avenida urbana, con aceras y carriles más estrechos. Sin embargo, el estudio informativo de la Junta parte de la construcción de una nueva calzada con dos carriles de 3,5 metros de ancho cada uno y arcenes de 1,5 metros a ambos lados; una autovía vaya o intento de ello. Eso no entra en el actual corredor sin tirar nada.

Mi propuesta sería sacar la vía desde la glorieta San Juan de Dios, ya con sus cuatro carriles separados por una mediana de 4 metros y pasarlo por el otro lado de la vía del ferrocarril. Nada más atravesar la traza crearía una glorieta (pues no creo que esta vía tenga que tener accesos a distinto nivel por si el desarrollo urbano la vuelve a rodear) que conectase a través de un vial de cuatro carriles sin mediana con la glorieta del ayuntamiento de San Andrés, siendo necesaria la expropiación de una gasolinera poco concurrida.

Tras este enlace, el próximo se encontraria en el acceso a Villabalter, enlazando con el actual vial que conecta con la traza de la carretera de Caboalles y a partir de aquí devolvería la traza al corredor original, con un nuevo paso sobre el ferrocarril creando una nueva glorieta, continuando (incorporando a un lado un carril bici) hasta la glorieta de acceso a Carbajal, que ampliaría, siendo el límite de la actuación que propongo. Terminaría con este acceso tercermundista y dotaría de un nuevo acceso a San Andrés, formando parte de su ronda interior. En la misma actuación, convendría la reurbanización de la actual carretera, disminuyendo la anchura de los carriles, creando a ambos lados aceras y un carril bici, plantando también árboles a ambos lados.

San Ignacio de Loyola.

Sin embargo, el problema no estaría solucionado hasta que no se actuase en San Ignacio de Loyola. Esta vía tiene continuos semáforos para permitir la entrada a todas las calles a la izquierda de la vía y resulta ser un auténtico embudo en horas punta y bastante desesperante a cualquier hora. Aquí yo defiendo una conversión en avenida de cuatro carriles, sin mediana, impidiendo los cruces a la izquierda, creando una pequeña glorieta en la intersección con la calle Esla para permitir una conexión práctica con dichas calles. No haría falta una gran obra de millones de euros, no, tan solo eliminar los aparcamientos a ambos lados (que podemos subsanar con la construcción de un subterráneo, aunque eso sería otra historia) y dar a la vía el papel para el que fue pensado en su construcción. La obra, claro, haría innecesarios los semáforos, que deberían ser retirados.

 
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