Cistierna puede tener futuro. Al menos eso se trasluce al ver las subvenciones para ayudar a la instalación de empresas en la zona, donde nos encontramos con que el proyecto de Pevafersa, anunciado a principios del verano, ha echado para adelante y que prevee una inversión de 327 millones de euros, con la generación de un total de 300 puestos de trabajo directos, a los que habría que sumarles esos indirectos que no suelen importar a la mayoría pero que en muchos casos suelen ser más que los generados directamente por la fábrica. Volviendo a por así decirlo, los aspectos técnicos de la fábrica, la empresa ha dicho que necesitarán 20 Ha de suelo para instalarse, suelo que el ayuntamiento de Cistierna ya ha dicho que estará disponible. La fábrica consistirá en un fundidor de silicio para la fabricación de obleas de silicio.
Esta empresa solo será una de tantas cosas que ayudarán al resurgir de la zona, que tras el cierre de las minas y la anegación de la cabecera comarcal por las aguas del pantano que lleva su nombre no levanta cabeza. Y es que los proyectos para la zona son muchos, y aunque muchos de ellos están parados o casi como la autovía subcantábrica y el proyecto de aguas bravas, otros cumplen con los plazos previstos como el Museo de la Siderurgia de Sabero, que tras muchos años de demoras finalmente se ha inaugurado, la vía rápida Mansilla-Cistierna, cuyo proyecto ya ha sido licitado y los talleres de FEVE, que harán que la localidad recupere su tradición ferroviaria.
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